Cómo afrontar la vuelta al trabajo con energía
Superar el fin del verano otro año más y volver al trabajo es para casi todos un tormento que desafía la tranquilidad. Como no queremos adelantar el fin del mundo, estos consejos te ayudarán a volver al trabajo con energía.
¡Se acabó! Este año nos negamos a sufrir el síndrome post-vacacional. Verano tras verano la situación se repite: personas de vuelta al trabajo tras las vacaciones con el ánimo por los suelos. Las vacaciones son efímeras, tal y como vinieron se van. Nadie cambia una mañana bajo la sombrilla por ocho horas en una silla de la oficina, pero hay que hacerlo. Este año, te traemos 5 sencillos trucos para que vuelvas al trabajo con energía.
- ACTITUD POSITIVA: “¿Cuánto falta para las próximas vacaciones?” ¡No! Atesora los recuerdos que alimenten tus momentos de melancolía y sigue con tu vida. Es esencial que tu actitud sea positiva para afrontar el día a día con energía, ¡vuelves con las pilas cargadas! Contribuye en hacer del mundo un lugar mejor y recompensa a todos con una sonrisa bien grande. Lo importante no es pensar cuánto tiempo falta, si no que las del año que viene serán mejores y un día más es un día menos.
- BUENA ALIMENTACIÓN: una dieta sana es el equilibrio que la mente y el cuerpo necesitan para armarse de energía y volver a funcionar con normalidad. Es hora de decir adiós a las comidas copiosas, la cervecita a cualquier hora, los helados, los kilos de más que hemos cogido… volvemos a la fruta, la ensalada, las verduras y las hortalizas. ¿No te convence? ¡Sé creativo! Hay infinitas y deliciosas maneras para prepararlas que te harán verlas de otra manera, amén de otros alimentos necesarios para una alimentación óptima. Las recetas las hay de todos y para todos los tipos.
- ORGANIZATE Y RECUPERA EL RITMO: no es cuestión de volver a la carga, si no de recuperar la rutina a pasitos. Vuelve a casa unos días antes para retomar rutinas diarias y comienza con rescatar paulatinamente los horarios de descanso para que el primer día el madrugón no sea tan costoso, respeta las 7-8 horas diarias recomendadas. En el trabajo también conviene empezar sin prisas e ir aumentando el ritmo. Procura no volver un lunes, la semana se te hará más corta y el impacto será menor. Saca tiempo también para divertirte y relajarte.
- EL DÍA D: No pretendas recuperar el trabajo de semanas en un solo día. Por eso, primero saluda a tus compañeros, relaja la negatividad y aléjate de los pensamientos del mar o los largos paseos. Elabora una lista con aquellas cosas que quedaron pendientes antes de marcharte y complétala con las tareas más urgentes. Esto te motivará una concentración y agilizará el trabajo previo, el rendimiento irá aumentando gradualmente. Haz pausas para mover el cuerpo y para relajarte, te hará volver en un estado más tranquilo. Búscale también un nuevo aire a tu espacio de trabajo, algo que te inspire y te haga sentir cómodo; las remodelaciones animan hasta al más pintado.
- MANTÉN LAS BUENAS COSTUMBRES: continua con algunas de las actividades que realizabas durante las vacaciones: queda con amigos, haz deporte, ve a pasear… te relajará del estrés de quedarse en casa y te alejará del pensamiento generalizado: “cualquier tiempo pasado fue mejor”. El fin de semana es el limbo, tu momento para recuperar la energía que te falta de cara a la segunda semana.
No es un método milagroso pero te aseguramos que amortiguará el hecho de caer de golpe de nuevo en el trabajo y será una persona que se enriquece con lo vivido y no se lamenta por lo perdido. No desesperes, las ganas de teletransportarte son pasajeras, en unos días habrás recuperado tu vida y tu mente ya viajará en busca de nuevos remansos de paz y tranquilidad. Unas cosas acaban para que otras comiencen.
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